poema: Dos de Cinco: Te encuentro

Tome un viaje el día del hoy.

Cada lugar que me llamo mí visto,

toque, sabor; estabas tú.

Tu respiración la neblina fina

en el aire que yo respire,

la dulzura en mi boca

de frutas del mercado,

los dedos de niños cubiertos con

suelo por los pilones agarrados

en manos cerradas. Los arboles donde

dos almas se acercaron tentativamente

a cada otro, una vez- empezando no

de una rotación fijada, pero mas

como gotas del agua reflejando

el sol de los corazones humanos.

 

Luz del sol en agua corriendo.

Así es como deje

definiéndote, los hilos del oro

que tejas por la tela de mis días,

un deseo para una inmersión donde

hay recolección de días que pensaba

fueron ya muy pasados, donde

pasión fluya como gotas coaligando

entre arroyos y despues, planos inclinados

de suelos montañosos, cascando;

sabores de puridad variable

y ondas que cursan su camino

por frutas tropicales creciendo

en paisajes boscosos, satisfechos.

Ahora, como antes, la cosa está en

lo imposible de conocer, de describir-

sol-sombra en las crestas de montañas.

 

Te encuentro cada día que caiga la neblina

Te encuentro cada día que amanece el sol

Te encuentro donde luz de la luna 

se encuentre el agua

Te encuentro donde oro es creado

Te encuentro cada vez que el viento sopla

y te encuentro en cada lugar donde corazones

humanos han aprendido a permitir que

cosas frágiles se queden no encontrados,

sean descubiertos, existan.

Que se prosperen.

 

Author's Note

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