en Busqueda de Fuego

I.                     Mascaras

 

He llevado una máscara por tanto tiempo

que ha convertido

una parte integral de mi propia cara-

para que tú nunca puedas ver los

rescoldos de este cerebro

ardiendo en mis ojos, brillando

por ser avivados por mi corazón.

 

Me escondo detrás de mi propio

pequeñez- creada para hacer otros,

Mas.

 

Como muchos, mi corazón esta

congelado de desuso y uso indebido,

como tal un glaciar en Patagonia;

cargado con el peso de tantas

historias que fui amonestada no

contar. La tolerancia condicional

de mi ser. Te has conformito tanto

tiempo por una toalla raída, necesitando

un edredón para rodear tu torso.

Alguien para encender una fogata

en tu desierto.

 

Me gustas tu cuerpo suficiente bien… pero

mira, eso alma es demasiado para aguantar.

¿Podría querer atenuarlo un poco?

 

Dicen, cada hombre y mujer

tiene dentro del corazón de él o ella

un rango de montañas- las más altas,

hacia donde casi nadie pudo aguantar

la deprivación del oxígeno- esos fueron

los lugares donde sentaste al lado

de tu propio Destino.

 

Dicen, empiezas por re-subir la mas

alta de todas, esta vez sin llevar arnés

de seguridad. No temes de caerte- lo

necesitas, para reaprender donde

están ubicadas tus alas, en tu espina.

 

No te quedas

en el mundo de los que te dirían

No fuiste hecho para brillar.

Haga que ellos te necesitan encontrar

esta vez, un lugar alrededor la cima

de la intersección de tres mundos

 

Pienso, ¿puedo yo regresar allá? Deseo-

gritar desde esa cima más alta, la

que es el hogar de mi glaciar de

silencio y máscaras y sombras-

quiero gritar,

Vale la pena conocerme, también.

 

 

II.                   Nacimiento

 

Preparo yo para el viaje más dura

de todas mis vidas. Ayer, fui atrapada,

como todos, entre el miedo de la

muerte. La Finalidad. Apenas aprendí

que necesito ayudar a alguien, morirse.

Si ser amada enormemente te

empodera, dando amor aún mas

grande debe de ser la fuente de todo

esfuerzo. Entro desarmada al

territorio de mis enemigos.

Llevando nada.

 

Busco las semillas del coraje en

las orillas de ríos y dentro de volcanes.

Los arreglo alrededor mi corazón,

para ser regadas cuando derrita el

hielo, fertilizadas por las lágrimas de

mis dolores pasados, mis temores

presentes, mis esperanzas futuras.

 

No voy a parar hasta que encuentro

un lugar otra vez, donde nunca seré dicho

“Eres demasiada. Mujer. Guerrera.

Seas Menos.” Busco el fuego de

pasión suficiente feroz para derretir

un glaciar, mandar el rio liberado de

mi propio amor retumbando su curso

por la Vida de un otro ser humano.

Busco el humano capaz de manejar

esa inundación.

 

Conozco ahora con certeza-

es la única chance que tengo para

encontrar mi propia salvación

dentro del espacio de todas

posibilidades que fueron creadas

en la hora de mi nacimiento. Cuando

fui niña pequeña, aprendí a subir

montañas, sola.

 

Si camino ahora suficiente, quemo

el fuego suficiente caliente, soporto

los vientos con valor suficiente-

quizás mi hija no nacida puede tomar

por la mano la niña pequeña que aun

vive dentro de mí, y liderarle

hacia atrás a una ubicación

del poder.  

 

Tal vez juntas podemos:

crear ese nuevo mundo, suplicando

nacer, donde la mujer tiene

habilidad de ser cada quien

que fue nacida para ser- completa,

sin apología. Conocida. Entendida.

Amada.