Madres Sin Hijos

reflexion para Dia de la Madre

Pregúntela. Pregunte

a la mujer en tu vida,

"sin hijos," como ella

se siente en el Día de la Madre.

Pregúntela sobre ser excluida

de bufetes; de no recibir flores.

No ser invitada al dialogo del futuro.

 

La mayoría te mostrarían

una carretera del pueblo

serpenteando por territorio traicionero

y esparcida por minas terrestres.

Ella usará palabras terribles,

ella usará palabras honestas. Miedo.

Infertilidad. Biopsia. Alquilo.

Pobreza extrema. Coerción. Abandono.

Perdida de trabajo. Perdida de embarazo.

Incertidumbre. Ella pueda decir, “No todas

las mujeres les gustan a los bebes.” Ella

diría, “no elevas el acto de parto

arriba del acto de nutrir.”

 

Ella te hablará en voz tranquila,

mientras agarrando un talismán

tan apretada que sus manos sangran.

Dándolo sus oraciones. Mire a sus ojos.

Mire como ella le mande a su alma

a otro lugar para contestarte. Si ella

ha afrontado perdida- voluntaria

o involuntaria- ella puede decirte

hasta el día, cuantos años tendría

él o ella, hoy. Ella te contaría sobre

ser madre y comadrona a sueños-

los de ella, los de ti-  e inspiración

para los niños de los demás.

 

Diría, “No soy menos

porque no empuje algo vivo

por mi cérvix.” Por favor

no la olvides. Las madres espirituales

cuentan, también. Por todos modos,

celebre hoy la madre biológica, pero,

favor de no olvidar de ella. Dale a ella 

una rosa amarilla, y la abraza-

apretada. Si ella ha perdido a alguien

[la mayoría sí lo han hecho] dale 

también una rosa blanca. Mire sus

ojos. Si te puedes ver reflejado

en las lágrimas, sepas que hayas

adivinado bien. Abrázala otra vez.

Pregúntela, suavemente:

 

“¿Y qué estás haciendo

para hacer el mundo mejor

para todos los hijos? y “¿Cuántos

de ellos, a ti, te importan?”

Puedes ser sorprendido por ver

cuantos de ellas mirarán algo que sólo

ellas pueden ver en el horizonte,

para decirte, susurrando,

“No Más que Todo que Puedo Dar,

a Cada Uno de Ellos y Ellas.”