Vulnerable

Vulnerable

A Story by Feliz cumpleaños
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¿Emo conoce a deportista?

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Till notaba a Ivan.

No era una gran hazaña. Medía casi un metro ochenta, por no decir más; se sentaba cerca del maestro y respondía con una confianza que bordeaba la arrogancia.

Derecho Ambiental. Club de natación. Un estudiante becado que no requería beca.

Para Till, notar todo eso era molesto. Desbloquear ese personaje era sumamente incómodo.

Solo una vez se cruzaron fuera de clases. Polera blanca ceñida, cabello aún húmedo. Ivan lo observó y, por inercia, él estuvo a punto de saludar, pero Ivan no dijo nada. Till, tomado con la guardia baja, levantó la mano. Cerrando el puño, se juró que olvidaría la existencia de su compañero.

Pero no fue así. Till tenía a Ivan siempre al frente. Lo observaba en clases, notando cómo sus gestos parecían cuidadosamente escogidos, cómo establecía distancia con sus compañeros y cómo, pese a todo, cedía a la presión del grupo. Eso era algo que había comenzado a notar.

Y una tarde, buscando un micrófono para pedir prestado en el auditorio de otra facultad, ligeramente emocionado, sin admitirlo, encontró por qué aquello le molestaba.

Ivan, detrás del auditorio, cantaba. Donde se escondía un piano viejo, en una sala pequeña con la puerta casi cerrada. Su voz era suave y profunda. No cantaba por diversión: la manera en que proyectaba su voz y se entregaba a un público invisible...Parecía otra persona.

Para Till fue como obtener las piezas de un rompecabezas numeroso, pero al menos ya las tenía. Lo escuchó y no dijo nada. Se aseguró de irse en silencio.

Esa noche, antes de dormir, se sintió iluminado. Hizo bocetos de lo que vio: la abertura. Se sentía avergonzado de sí mismo, como si hubiera leído el diario de un extraño. Pero no tenía forma de dejar ir eso.

Los siguientes días estuvo enfocado en ello: en qué tan lejos podía llegar a representarlo. En un principio debía ser un pasatiempo personal, trazos suaves... Luego se obsesionó. Le faltaba algo. Requería más color e intensidad. Con el capricho de que necesitaba más materiales, lo volvió uno de los proyectos del club de arte, al que iba pero en el que no se había comprometido. Solo ayudaba, así que tenía la confianza de que haría ese cuadro y no sería expuesto.

Estuvo tranquilo con la idea...Hasta que Hyuna -fotógrafa y su amiga más cercana- se encargó de representar a la facultad en una exposición universitaria. Ella insistió: estaría al fondo. Luka -pianista, de la carrera de música, novio de Hyuna y amigo de ambos- apoyó la idea. Para rematar, cuando el club de arte dijo que necesitaban mostrar participación en otros eventos, Till llegó a la conclusión de que ya no podía protestar.

Ese día, solo se fue al rincón más lejano del salón, sabiendo que nadie entendería ese cuadro.

O eso quería creer.



Ivan llegó tarde. No quería venir. Su hermana Sua -medicina veterinaria- le había exigido su apoyo; las facultades mostraban lo mejor de sí. Sua presentó un tema cruzado sobre derechos de los animales, y ahora iban camino a relajarse con las exposiciones de las otras facultades. Mizi, la novia de Sua, también estudiante y ex amiga de Till, caminaba a su lado sin hablar.

Ivan entró como quien está acostumbrado a los eventos: caminó tranquilo, con aires de superioridad, como un verdadero conocedor del arte. En ocasiones como esta, sabía lo que evocaba en las chicas que lo veían, pero no estaba interesado. Solo quería avergonzar a la pareja conjunta.

Hasta que lo dejaron solo para ir al baño juntas.

Pensó que era el momento de mirar los cuadros en serio, para no aburrirse ni entablar conversaciones con extraños.

Hasta que lo vio.

No era un retrato exactamente. Pero había detalles. Demasiados detalles. Sintió el calor subiendo por la garganta, como si se reconociera en una fotografía vieja...Y luego reciente. Evocaba ese tipo de sentimientos en él. El escenario lo había visto incontables veces.

La postura. La tensión en los hombros. Los colores intentando representar su canto.

La forma de sus ojos. No recordaba haber llorado, pero parecía alguien que lo haría.

Recibió un mensaje de Sua diciendo que se iría porque su novia se sentía mal, así que se quedó allí.

Intentando convencerse de que el mundo no giraba a su alrededor.

Cuando el lugar comenzó a vaciarse, Ivan notó a una persona a su lado. Ya nadie más prestaba atención, y cuando probablemente estaban por cerrar, habló.

-¿Ese… soy yo?-preguntó, bajando la voz por si todavía había alguien allí.

Till dejó de mirarlo y se volvió hacia el cuadro.

-Sí.

Ivan se ahogó con su saliva.

-¿Qué…?

-Te vi cantando. El otro día. En el auditorio.

Ivan quiso fingir que eso no significaba nada y que no había tocado fibras sensibles en él, desviando el tema:

-Eso es tan vergonzoso...-soltó una carcajada falsa. Frente a alguien que lo había visto intentar fingir otra vez, su corazón se hundió.

-Justamente por eso lo pinté.

Ivan bajó la mirada. Le ardían las orejas, las cuencas...Quizás tenía fiebre. Había pasado toda su vida siendo impecable. Ya había hecho bastante desastre escogiendo Derecho Ambiental y no Derecho puro. Esa era toda la libertad que le habían permitido.

-¿Por qué lo colgaste?

-No fue mi idea -tarareó Till-. Aunque tampoco me negué tanto.

Silencio.

Ivan se alejó de ambos: Till, el cuadro.

-No lo entiendo.

Till buscó su mirada y soltó las palabras:

-Parece demasiado doloroso. Fue tan doloroso que hasta recordarlo me dolía. Me siento mucho más libre ahora que terminó.

Ivan sintió que vomitaría. Tan insensible.

-Qué ridículo -murmuró.

-¿Eso piensas realmente?

-¿Mi canto fue tan malo como para que tus oídos dolieran?

-Sabes que no quise decir eso. Te ves menos fuerte cuando te relajas así. Tus debilidades florecen.

Ivan respiró hondo. Sus manos palpitaban. Comenzaba a enojarse, pero por sobre todo, quería que el mar lo tragara. ¿Por qué tenía esa conversación con Till? ¿Por qué si quiera le hablaba?

-¿Te parezco débil?

-No -Till sonrió con sorna- Fue hermoso.

Ivan parpadeó. La palabra en sí lo hizo cuestionarse si no tenía algún trastorno, pasando del infierno al cielo con dos palabras... Balbuceó y dijo lo primero que se le ocurrió:

-¿Te parezco atractivo?

-Hmm, si te tuviera de modelo se me cansarían demasiado las manos. Dibujar me agota más que producir canciones.

Silencio.

Ivan se limpiaba las manos en la ropa. La sala contigua estaba vacía. Caminó rápido hacia allí. Quería despejar la mente.

Till caminó detrás de él, con la calma de quien ya tomó la decisión de ser atrevido y aprovechar la oportunidad de verlo más.

Adentro, la iluminación no era buena.

Ivan se volvió de golpe en dirección a él.

-No entiendo por qué harías esto.

-¿Qué cosa?

-Seguirme, pintarme y descomponerme.

Till miró por sobre su hombro y volteó los ojos. Luego rascó detrás de su nuca. Se expresaba pintando y cantando, no hablando. Eso no salía bien.

-No es así. Lo hago porque puedo. Porque eras tan real ahí, visible, aunque te creas invulnerable.

Ivan lo miró fijo. Las palabras no salían. Había evitado a Till en el pasado, aunque estaba en el fondo, y por eso debería haber sido fácil. Pero no era común compartir clase con alguien que se delineaba los ojos y usaba camisetas que mostraban los hombros. Esa mirada juzgadora lo hacía sentir pequeño y atrapado.

Y entonces, sin pensar, se acercó lo suficiente para que Till pudiera cerrar el centímetro restante. O quizás golpearlo. No había nada más que pudiera esconderle, de todos modos.

Y sorprendentemente lo fue: un beso corto. Tenso. Entre impulso y súplica.

Till no se movió al principio. Luego lo empujó desde los hombros.

-No vuelvas a intentar besarme sin avisar -dijo, extrañamente inalterable.

-¿Te molestó?

Till bajó la mirada hacia los pies de ambos. Sus estilos contrastaban demasiado. Después la subió con precisión quirúrgica.

-No.

Ivan rió, nervioso.

-Entonces...

-Solo quería estar seguro.

Ivan se apoyó contra la pared, respirando por la boca. Por primera vez en mucho tiempo, no tenía un plan. Ni una salida elegante. Solo un silencio entre los dos. Había sido así siempre que estaba a su lado.

Till habló, sin suavidad, pero sin dureza.

-Me daría rabia si no fueras tan perfecto.

Ivan lo miró largo rato.

Y se permitió sonreír, sin ocultar su colmillo sobresaliente.

Podía haberse ido. Podía no responder. Pero no lo hizo.

-¿Te gustaría volver a hacerlo?

-¿Pintarte?

-Escucharme.

Till lo miró con una mezcla de sorpresa y ternura.

-Sí.

Un espacio pequeño. Un latido. Y en ese instante, el universo se inclinó solo un poco... Till apoyó sus hombros.

Sus miradas chocaron de nuevo y los dos sonrieron avergonzados, como si estuvieran cometiendo algo que no sabían si lamentar.

-No sé qué significa esto -dijo Ivan, casi en un suspiro.

-Tampoco yo. Pero podemos no decirlo en voz alta, todavía.

Salieron de allí y se quedaron frente a los cuadros hasta que la exposición terminó, en un silencio nuevo.

© 2025 Feliz cumpleaños


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Feliz cumpleaños
¡Feliz cumpleaños!
No era tan peligrosa está elección, ¿verdad?

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Posted 1 Day Ago



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Added on May 12, 2025
Last Updated on May 12, 2025
Tags: Chile, Emo, Jock

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12 de Mayo en 2025 more..

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