El Bosque Pintado/ Bosque de Oma

Érase una vez

Un sitio con árboles caídos,

Como lagrimas en tus ojos,

Cuando Agustín Ibarrola dijo,

“Me jugué la primavera por ser adicto a tus susurros

Perdido en el juego con el arte”,

El enamorado siempre sabe mas de amor

De quien cuente sus historias.

 

El bosque pasó la vida a solas,

Sus ramas echas hueso y su corazón hambriento,

Hasta que un día,

Un artista se tropezó con su bota de hierba,

Y usó su alma para secar su sollozo,

Se enamoró de todo y se conformó con nada

Un sensible artista con su cubo de pintura

Mostró tonos estridentes de un hombre duro, olvidado,

Los dos paralelos y condenados al olvido,

El sentimiento de que el tiempo se estira,

Cuando entonces,

Todo en este mundo tiene un motivo,

Todo el esfuerzo en nuestros proyectos,

Vale la pena.

 

No hay mejor sensación,

Que respirar hondo

Un aire impresionante,

Un aliento que se convierte en ti,

Donde un árbol rojo de libertad,

Y una manta verde de cielo,

Se convierten en un bosque cómodo,

Aquí os cedo,

Diecisiete recuerdos míos,

Cada uno pintado en un tallo,

Mas de cien suspiros, y ni una sola palabra

Te puede describir esta parte del País Vasco

Que como dijo el mismísimo Picasso,

“Guernica ilustra la tragedia del olvido

A causa de tener que vivir sin amor”.