Noches en Xela

escrito para el mes de carino y amor

Las noches aquí pueden ser

largas, y solitas, y muy, muy frías.

A veces, yo camino por el bosque,

viendo mi respiración escapar

a mi boca y congelar en el aire,

pintada por la luz del cinturón

de Orión. Otras veces,

solo preparo un té, sentada

en una mesa e intentando a hacer

que pensamientos errantes

se comportan malos

en páginas vacías. No pienso tanto

en ti, de verdad. Por supuesto,

sólo cada momento que me doy

cuenta que ya estoy respirando,

y en cada cosa que veo, encuentro,

o leo que tenemos en común.

Es para decir- cada piña de árbol,

cada fugaz, cada llamada de búho,

cada línea que exploro en cada

canción, cada vez que estoy inspirada

para cantar en voz alta. Las noches

en mi casa son tolerables-

precisamente porque, aunque

no lo sepas, paso yo

tantos momentos inolvidables

en tu presencia.